El cambio del cuerpo de las gimnastas en el tiempo; de Nadia Comaneci a Simone Biles

Especial

MÉXICO.- Para quienes han seguido el desarrollo de los Juegos Olímpicos a través de los años, será evidente el cambio que ha tenido el cuerpo de las gimnastas con el paso del tiempo. Desde que la gimnasta rumana, Nadia Comaneci, obtuvo a los 14 años el 10 perfecto en su rutina durante los Juegos Olímpicos de 1976 hasta hoy.

Las gimnastas contemporáneas exhiben cuerpos más musculosos que sus antecesoras. La gimnasta estadounidense Simone Biles, de 27 años de edad y quien es una de las favoritas en los Juegos Olímpicos de Paris 2024, por ejemplo, destaca por sus brazos formados y fuertes, así como sus espaldas cuadradas y músculos definidos.

Simone Biles
Nadia Comaneci

Uno de los factores determinantes en este cambio es la mayor edad promedio de debut en competiciones olímpicas. Para este tipo de competencias la edad mínima para participar es de 16 años, mientras que hace algunas décadas, era de 14.

A pesar del evidente cambio corporal, la estatura promedio de las atletas no ha tenido mucho cambio, ya que de acuerdo a estudios especializados, la estatura promedio de las gimnastas olímpicas ha permanecido relativamente constante, con un promedio de unas cuantas pulgadas por debajo de los 5 pies (aproximadamente 1,52 metros). Sin embargo, se ha observado un aumento en la fuerza y la musculatura en general.

No importancia de la altura

Simone Biles ha enfatizado que en las competiciones olímpicas, la altura no es un factor determinante, ya que todo depende del deporte y la especialidad. Esto se refleja en la diferencia entre los eventos de hombres y mujeres, donde las gimnastas se enfocan en las piernas y técnicas de carrera, mientras que los hombres se centran en la parte superior del cuerpo.

Percepción de la figura

Las gimnastas de hoy siguen siendo evaluadas en función de su figura y apariencia corporal. Se considera importante mantener un peso corporal atractivo y atlético, lo que puede influir en la resistencia y los índices de fuerza.

Las gimnastas de competición se seleccionan en función de determinadas características corporales, como hombros bajos y estrechos, columna recta, miembros inferiores más largos que los superiores, abdomen y pelvis estrechos. Estas características se consideran clave para el éxito en la gimnasia de competición.